lunes, 28 de septiembre de 2009

Sierra Y Selva Central

El frio ya se deja sentir, y la respiración se hace cada vez mas difícil, el bus va ascendiendo y acercándose al abra de Ticlio, punto mas alto de la carretera central, poco mas abajo , en La Oroya, el camino se dispersa, a: Cerro de Pasco, Huancayo Huánuco y la selva central , esta vez habíamos elegido este último, y nos dirigimos a Tarma(3,100msnm), conocida también como “La Perla de los Andes” famosa por su clima benigno; Pero sin lugar a dudas, aparte de su hermosa catedral, uno de sus principales atractivos se encuentra en el distrito de Palcamayo, ”Capital de las hortalizas”: la Gruta de Huagapo, esta cueva de mas de 2,000 metros de profundidad es la mas profunda de Sudamérica. Para ingresar a esta cueva, en el lugar encontramos guías disponibles que nos facilitaron el ingreso, sobre todo en mi caso fue necesario por estar conmigo mi hija de cuatro años, y aún así pudimos ingresar a mas de trescientos metros de profundidad, en muchos tramos usando cuerdas para bajar y subir en medio de la mas completa oscuridad, alumbrándonos precariamente con nuestras linternas de mano que previamente nuestro amable guía nos había proporcionado, ya que no habíamos previsto este detalle. Nos cuenta el guía que una expedición polaca. Ingresó hace algunos años a más de 2,000 metros de profundidad, utilizando trajes de buceo para poder superar tramos estrechos, ocupados totalmente por este rio. Este comentario me alienta a regresar mas adelante con el equipo necesario a esta gruta, y así descender algunos cientos de metros más.
La fe y la devoción no podían estar ajenos en esta parte del Perù, A solo 10 kilómetros de Tarma y muy cerca al distrito de Acobamba, se encuentra el santuario del señor de Muruhuay, lugar de peregrinación de miles de fieles. Yo, no podía ser la excepción, y ahí me dirigí, me llamó la atención que cerca de medio centenar de vehículos entre automóviles, combis, camiones,etc, se encontraban ordenadamente estacionados y adornados con flores y sedas, no lejos de ahí una orquesta típica amenizaba el mediodía sabatino con sus mejores ritmos. Al preguntar sobre esta escena a una vendedora de velas, esta me dijo que estaban a la espera que el párroco del santuario los bautice y bendiga. Todo esto era un ritual con fiesta incluida.
Continúanos nuestra ruta, carretera abajo, y al cruzar el túnel de la Virgen, la naturaleza nos sorprende dejando atrás un paisaje serrano y abrirse ante nuestros ojos, le tupida vegetación de nuestra selva central, ya estamos en la provincia de Chanchamayo, cuya capital: La Merced, Llamada también capital cafetalera del Perú, es una pequeña, pero linda ciudad enclavada en la ceja de nuestra selva central. Este fértil valle fue descubierta en el año de 1635 por un misionero Franciscano, y fundada posteriormente.
A pocos minutos de la Merced podemos apreciar el puente colgante Kimiri, una belleza arquitectónica de la zona, que se tiende sobre el rio Chanchamayo.
Uno de sus principales atractivos naturales de esta zona son sus hermosas cataratas, y fuimos a conocer dos de ellas a decir de los lugareños, las más bonitas. La catarata de Bayoz y El velo de la novia. Ambas van a dar a unas pozas de aguas cristalinas que en complicidad con el clima invitan a darse un inevitable chapuzón.
Esta región también es territorio de los nativos Ashaninkas, y no podíamos dejar de visitar la comunidad de Pampa Michi, una aldea Ashaninka , donde aun conservan sus costumbres y tradiciones; ahí, nos invitaron a compartir un momento con ellos.
Luego de observar la hermosa vista de la confluencia de los ríos Chanchamayo y Paucartambo, que forman el rio Perenè, nos dirigimos carretera abajo hasta el poblado de Pichanaqui, que cuenta con un enorme movimiento comercial. Y famosa también por sus hermosas playas a las orillas del rio Perenè. Ya, en el ocaso del día y con un espectacular marco de un atardecer selvático, nos aventuramos a dar un rápido pero divertido paseo en bote que estuvo lleno de adrenalina.
Retornamos de la sierra y selva central, con la promesa de volver pronto, con el fin de conocer mas de esta zona , que tiene muchos atractivos que ofrecer a los visitantes.

Esto es solo una parte de nuestro querido Perú.. Y esta muy cerca de Lima.

jueves, 13 de agosto de 2009

LA FIESTA DEL SOL

Desde ya hace algunos años, se viene realizando en Huànuco-pampa, antiguo asentamiento Yarowilca, y que posterioremente fue conquistado por los Incas, tal como lo demuestran sus dos tipos de arquitectura en sus edificaciones ; la escenificación de la FIESTA DEL SOL, una versión propia de lo que es el INTI RAYMI en el Cuzco.
El 27 de julio último, de acuerdo a lo pro
gramado y anunciado en diversos medios de comunicación, se dieron cita en la amplia meseta de Huànuco-viejo, miles de espectadores y curiosos, entre ellos, yo; que pagando una entrada de cinco soles teníamos derecho a ver la puesta en escena de tan promocionada: FIESTA DEL SOL, el espectáculo organizado por la Municipalidad provincial de Dos de Mayo contó con la participación de un renombrado artista nacional y secundado por centenares de lugareños que fungían de actores secundarios.
El lugar elegido para el mencionado espectáculo, se encontraba cerca del “ushnu”, monumento principal de la ciudadela. La totalidad de esp
ectadores nos encontrábamos algunos sentados y otros de pie, ensayando alguna forma cómoda de visualizar y no perderse tal vez ningún detalle de la obra.
Antes y después del ingreso del Inca y toda su parafernalia, se presentaron grupos de danzantes que evocaban lo que en aquella época probablemente se realizaba en fiestas de este tipo rindiendo
homenaje y agradecimiento al sol.
El sol ese día, también fue protagonista de su fiesta, pues nos mostró todo su esplendor por algunas horas, acompañado de un fuerte viento que es normal en esta zona, por encontrarse en una meseta.
Luego de casi una hora del inicio de la escenificación, debo decir que ya me pareció tedioso el asunto, sumado a esto la incomodidad del lugar y el inicio de los vientos por lo tanto del frio, opté junto con mis amigos dar por terminada nuestra curiosidad por la FIESTA DEL SOL. Salimos satisfechos
, por conocer un poco mas de la historia y cultura de nuestro Perú.
La otra parte festiva y popular de esto se encontraba saliendo del complejo arqueológico, ahí donde se ubicaban numerosas carpas multicolores que ofrecían en cada una de ellas productos gastronómicos ya sean típicos o foráneos. Una banda de músicos amenizaba tan colorido ambiente. Los comensales muchos de ellos en avanzado estado de embriaguez danzaban al son de las notas de esta banda. Se podían ver gente de todos los lugares, familias enteras con niños que se paseaban quizá por primera vez en caballo, algunos d
e aspecto extranjero con mochilas a la espalda, que no cesaban de tomar fotografías, y vendedores de todo artilugio comercial que se pueda imaginar y se veía también gente correr para alcanzar un asiento en los carros que ofrecían llevarlos de regreso a La Unión.
Todo esto lo vivimos en la FIESTA DEL SOL. Ojalá el próximo año sea usted quien se anime a visitar esta zona del Perú, que está a solo cuarenta minutos de Huallanca: Tierra rica,hermosa y generosa.

viernes, 19 de junio de 2009

RESTOS ARQUEOLÓGICOS ...CERCA A HUALLANCA

Uno de los cerros que circunda Huallanca formando esta ciudad en un valle es el llamado SAGRAPETACA voz quechua que quiere decir “baúl viejo o deteriorado”. Este se ubica justamente detrás de la plaza de armas, el barrio “La Toma” y casi en sus faldas se encuentra la antigua escuela de mujeres y el cementerio general.

Este cerro vigía, alberga más de un centenar de vestigios arqueológicos entre: viviendas, rediles, puestos de observación, etc., de lo que alguna vez fue una ciudadela pre-inca o de algún grupo humano que se dedicaban a la crianza, caza y/o recolección.

Debo confesar con vergüenza, que hasta la fecha nunca había ido a ese lugar, y considerando la cercanía que este se encuentra., pero como muchos dirían: nunca es tarde.

Aproveché mi viaje a Huallanca, y, convenimos con mis amigos Manuel y Abel, visitar ese lugar.
Y ahí fuimos!!!!!… partimos de la plaza de armas, y a los quince minutos de jadeante ascenso por un estrecho camino llegamos a una pequeña planicie, especie de mirador natural, donde pudimos tener una excelente vista panorámica de la Ciudad y alrededores, en este lugar dicho sea de paso , se construirá muy pronto el primer mirador de Huallanca; buena elección, debo añadir. Ya que este será un valioso aporte para el desarrollo turístico.

Continuamos el ascenso, y cinco minutos mas arriba luego de atravesar con algo de dificultad un agujero natural entre rocas, avistamos las primeras construcciones de piedra unidas con barro, el terreno es algo inclinado. Pensamos que eso era todo, claro que nos equivocamos, ya que mas adelante y en un terreno llano se dejan ver decenas de construcciones circulares de lo
que pudieron haber sido viviendas, y corrales para encerrar sus animales., estas construcciones se encuentran por doquier en este lugar, unas mejor conservadas que otras, pero cada una sin duda, con su propia historia.

Vimos también algo que nos llamó la atención, a lo que Manuel lo denominó: “la horca”, se trata de una enorme piedra puntiaguda que sobresale en forma vertical en un desnivel del terreno, tomando la forma de un patíbulo, bueno eso imaginamos nosotros., tal vez en esa época tenía otro uso.

En un lugar estratégicamente ubicado se encuentra tambièn una construcción circular. Que sobresale de las otras, Abel lo bautizó como el “mirador pre-inca”, ya que desde este lugar se observa los valles del rio Ishpag, del rio Torres, y del Vizcarra incluyendo por supuesto el valle principal donde
actualmente se encuentra la ciudad.
Cerca a este punto, observamos también dos graneros o algo parecido que se encuentran debajo de la superficie, estos, son unas pozas hechas también para variar, con piedras talladas y acertadamente unidas y con un pequeño abertura como entrada. Igualmente vemos que algunas construcciones tienen una o dos especie de hornacinas, que desconocemos su uso.

El sol ya se escondía tras el Sagrapetaca, el viento sacudía los pajonales que crecen cubriendo las construcciones, y el frio ya se dejaba sentir, era la señal para iniciar el descenso y culminar esa visita que personalmente me gratificó por encontrarse tan cerca y casi a tiro de piedra de la ciudad, un lugar con tanta cantidad de restos arqueológicos. Ojalá que no seamos nosotros los últimos visitantes a ese lugar. Y que esta crónica sirva para que muchos mas se animen subir al SAGRAPETACA, cerro vigía que esconde sorpresas en sus faldas, no se arrepentirán, se los
aseguro.

Debo resaltar también, en honor a la verdad que este sitio se encuentra prácticamente en estado de descuido y abandono, por lo que es necesario que las autoridades pongan algo de interés, a fin de poner en valor este sitio potencialmente turístico. Que bien vale el pequeño esfuerzo para conocerlo.

viernes, 17 de abril de 2009

CHAUPIJANCA: La última montaña nevada de la cordillera Huallanca


Recuerdo los relatos que hacia mi padre, ganadero él; sobre la travesía que realizaban arreando las reses hasta un punto cercano a la fría pampa de Conococha, lugar donde los esperaba un camión previamente contratado, para enrumbarlos a algún matadero de la capital. Esto sucedía en la década de los cincuenta y principios de los sesenta cuando aún no llegaba la carretera a Huallanca.

Para llegar a ese punto los arrieros o vaqueros montados en briosos caballos tenían que cruzar el paso o abra de “El Burro” (4,800 msnm aprox.) Que se encuentra junto al nevado del mismo nombre, que supera los 5,000 metros de altura; Esta parte de la ruta, decía mi padre, lo atravesaban por un camino lleno de nieve que muchas veces cubría las patas de los animales. Era pues, toda una tarea de valientes hacer esta travesía de tres días arriando el ganado que algunas veces flaqueaban y retrasaban la marcha.
Evoco todo esto, por que ese mismo lugar, ahora luce cubierta por cascajo y tierra negreada por las bajas temperaturas que resistió todo el tiempo que estuvo debajo de la nieve y hielo. Y de la otrora montaña nevada de “El Burro” hoy solo queda un ralo manto blanco.
En la actualidad solo el “Chaupijanca” queda como último vestigio nevado de lo que alguna vez fue toda una cadena de blancas y heladas montañas en la cordillera Huallanca.

Los pronósticos científicos no son nada alentadores, al contrario, estos nos dicen que en los próximos veinte años las capas de hielo que aún existen en las cordilleras retrocederán considerablemente. Y el “Chaupijanca” al igual que otros nevados será solo un recuerdo.

A consecuencia de este irreversible cambio climático no solo dejaremos de apreciar la belleza escénica de estas montañas sino también se reducirán las reservas de nuestro principal recurso de vida: EL AGUA

martes, 31 de marzo de 2009

ARTE RUPESTRE EN HUALLANCA

Huallanca, como muchos lugares del Perú, alberga en su territorio numerosos vestigios prehistóricos, como es el caso de la zona rocosa de GAGANANI, que se encuentra a solo un kilómetro de la ciudad.
Este lugar siempre fue motivo de mi atención, no solo por lo enigmático, sino también por sus grandes paredes de roca, que hace algunos años fue escenario de mis primeras prácticas de escalada que la hacia junto con mí desaparecido amigo: Lucho Valle.
Es en la base de estas paredes, que se pueden observar unas pinturas que datan de aproximadamente seis mil años de antigüedad. El estilo que tienen estos dibujos de color rojizo tiene una ligera semejanza a los encontrados en Toquepala y Lauricocha.
Uno de los dibujos muestra una serpiente bicéfala. Pero lamentablemente esta se encuentra pintarrajeada por una propaganda política. Los autores de este acto vandálico, debo pensar que nunca se dieron cuenta de la dimensión del daño que causaron. Ojala las autoridades respectivas tomen cartas en el asunto.
Otro de los dibujos, representa a un hombre. Lo curioso de esto es que desde hace muchos años, los lugareños lo fijaron como un centro de adoración y culto. Incluso construyeron una especie de altar que se sube por una escalera hecha casi en roca viva. La fe, se dice mueve montañas… y yo creo en eso.
El lado negativo de este último caso es que, muchos de los que ofrecen su veneración en ese lugar, lo hacen encendiendo velas debajo de ella, sin pensar en las consecuencias que deja el humo, y deteriorando ese impresionante arte rupestre.
Es posible que muchos ya conocían de este hallazgo, pero nunca le dieron la importancia que corresponde, por que ahí se encuentra escrita una parte de nuestra historia.
Si alguna vez usted visita Huallanca, no deje de conocer este misterioso paraje que se complementa entre otras cosas con sus bellas montañas, y la hospitalidad de su gente.

martes, 27 de enero de 2009

AL ENCUENTRO DE LOS NEGRITOS DE HUALLANCA

A inicios de este año, aprovechando la disponibilidad de un espacio en la movilidad de un familiar que se tomaba unas pequeñas vacaciones, me dirigí a la sierra ancashina. La primera parada fue en la ciudad de Huaraz, donde aproveché la
ocasión para llegar a la sede social del Club de Montañeros Américo Tordoya -filial Ancash, que fue inaugurada en septiembre último, siendo apadrinada por el conocido montañista Augusto Ortega Pacheco, vencedor del monte Everest, y la Señora Adelaida Villón de Martel, esposa del también montañista y amigo Jorge Martel Alvarado. Sede que servirá para promover los deportes de montaña y concientizar a los jóvenes en el cuidado del medio ambiente, además de servir como base para todos nosotros (socios del club) que nos encontremos de transito hacía las montañas Ancashinas.
Dos días más tarde, luego de hacer un pequeño periplo por la Cordillera Blanca y el Callejón de Conchucos, llegaba a la ciudad de Huallanca acompañado de Tamya, mi hija (lluvia en quechua) y curiosamente además de una torrencial lluvia, propia de esta época del año, que no impide, dicho sea de paso que muchos turistas se desplacen por estos lugares, en busca de aventura y a conocer sus costumbres.
Como en todas mis visitas a Huallanca, llego a la “Posada del Montañero” un modesto albergue, propiedad de mi madre. Es el quinto día del mes de enero, y en este lugar aun se vive el ambiente festivo de la navidad y el año nuevo, donde la principal atracción es el ancestral baile de los Negritos de Huallanca, que en estos días también (bajada de reyes) vuelven a tomar las calles las dos cuadrillas que acompañados cada una por una banda de músicos. Recorren todos los barrios de la ciudad.
Esta danza, data de las primeras décadas del siglo pasado, y emula la esclavitud en las haciendas costeñas, tiene una ligera influencia de las ciudades de Cerro de Pasco y Huánuco tanto en su vestimenta, y música. Pero siendo la Danza Huallanquina la más elegante en su coreografía.
El primer día, cada cuadrilla con treinta integrantes aproximadamente salen de la casa del “Caporal” (Mayordomo) y hacen su ingreso a las calles formando dos hileras de negros enmascarados, ataviados con sombrero de junco, casaca de cuero, pantalón y botas de montar, y portando en las manos una bulliciosa campanilla y un fuete de cuero.

Acompañan a los negros una pareja conocida como el “Patrón” y la “Mallica” que hasta hace algunos años era representado por un hombre disfrazado de mujer; además de estos personajes, también está el ”Oso” cuyo disfraz hecho a base de pellejo de carnero es el terror de niños, mujeres y vendedores a quienes corretea y quita sus mercancías . Los abanderados, con disfraces multicolores y látigo en mano, son los encargados de mantener el orden en cada cuadrilla; Que este primer día bailan hasta casi la medianoche.
A las cuatro de la madrugada del segundo día (25 dic., 01 y 06 ene-) vuelven a salir ambas cuadrillas, esta vez con una tonada distinta, para realizar en cada esquina una coreografía singular, trenzando las piernas realizar suaves giros y ponerse casi en cuclillas. Esta salida es conocida como “Pachahuallay” o baile de madrugada.
Ese mismo día a las diez de la mañana salen a las calles pero esta vez con su vestido de gala, es decir, los negros con un “Cotón” (chaqueta) roja, verde, azul o negra bordado con lentejuelas e hilos dorados y plateados, además de un pantalón blanco, y un bastón de madera o una cadena de plata en una mano y la campanilla en la otra

El tercer y último día, la tonada de la danza es mas triste como anunciando la despedida, los “negros” esta vez salen con pantalón negro. Es en este día en que algún voluntario se ofrece como Caporal, cargo que le comprometerá a realizar el siguiente año la danza de los negritos.
Ya en el atardecer, cada cuadrilla trata de sobresalir mostrando sus mejores coreografías ensayadas para la ocasión. Esta parte es denominada “La mudanza”, poco mas tarde, se realiza la despedida o “Ayguallache” en donde participa casi toda la población haciendo un recorrido alegre y triste a la vez por las principales calles, para terminar en la casa del Caporal.

La fiesta se acabó, el ambiente en la ciudad se nota apacible, la gente esperará ansiosa hasta el próximo año.
Y yo, una vez más, retorno a la capital luego de un breve encuentro con los “Negritos de Huallanca”, no sin antes visitar al complejo arqueológico de Huánuco-pampa, que por su cercanía a Huallanca (1 hora) mis acompañantes no podían dejar pasar esta oportunidad para contemplar esta maravilla del Imperio Yarowilca que posteriormente fue conquistada por los Incas.