domingo, 1 de septiembre de 2013

HERENCIA ESPAÑOLA

El Encierro, Encerrona  o  Pamplonada, son sinonimos de esta loca carrera delante de los toros que se inició en España y perdura sobre todo en la fiesta de San Fermin en Pamplona.
Huallanca, hereda desde sus inicios esta afición de arrear los toros. Antes se  realizaba el ingreso de los astados a las empedradas calles de aquel entonses, seguidos por una veintena de jinetes que con chicote en mano apresuraban la furiosa carrera de estos aniumales que trataban de embestir a  los valientes aficionados que sorteaban cualquier posible cornada. 
Este año, en el marco de la Feria Taurina 2013, un grupo de aficionados del barrio huallanquino: Leoncio Prado. Organizaron el Enciero Huallanquino, con el fin de preservar esta brava costumbre que  es HERENCIA ESPAÑOLA.

jueves, 16 de febrero de 2012

POR LA RUTA DE LOS TEMPLOS.

Mi agenda lleva escrita desde hace mucho tiempo lo siguiente: ” Viaje en el Tren Macho”. Si, es un esperado viaje por el famoso y popular FCHH (Ferrocarril Central Huancayo Huancavelica), cuyo original lema “Sale cuando quiere y llega cuando puede” hace de sus afortunados pasajeros una inolvidable experiencia, cruzando túneles y puentes en medio de un paisaje extraordinario, agregando además, el colorido que le dan los vendedores que suben al tren en todas las estaciones que comprende el recorrido.
Alentado por todo esto, alistamos nuestro equipaje, para iniciar este viaje en horas de la mañana rumbo a Huancayo, el bus que abordamos inició su marcha ascendente hacia el abra de Anticona o Ticlio, el punto más alto de la ruta. Pasando poblados como, San Mateo, Casapalca La Oroya, y otros. Kilómetros mas adelante se abría entre nosotros el verde Valle del Mantaro y la hermosa Jauja, para finalmente arribar a Huancayo, en medio de una torrencial lluvia, dejándome con las ganas de tomar unas fotografías del centro de la incontrastable ciudad. Habíamos elegido una mala época para realizar este trayecto.
Al día siguiente, comenzamos nuestro recorrido visitando entre otros, el Convento de Ocopa, el criadero de truchas de Ingenio, La laguna de Paca, y en la ciudad, el Parque de la Identidad Huanca. Todos ellos estuvieron a la altura de las expectativas de mi pequeña hija, que no se perdía ni un detalle con su camarita digital. Pero debo decir también en honor a la verdad que todos los destinos de este circuito Huanca fueron de mi total agrado, de tal manera que recomiendo a los lectores, conocer esta parte de la sierra central.
El viaje a Huancavelica decidimos hacerlo en automóvil, y lo iniciamos con los últimos rayos del tímido sol huanca, este trayecto se realiza en dos horas y media a diferencia de los buses que utilizan cuatro horas. La mayor parte de esta ruta hasta llegar a nuestro destino fuimos acompañados por una torrencial lluvia, sorteando además deslizamientos de piedras y lodo que ya se iniciaban con fuerza en esta zona del país. Para redondear esta pequeña mala suerte, minutos antes de llegar a la ciudad de Huancavelica, el automóvil en el que viajábamos se averió por lo que tuvimos que ser remolcados por otro vehículo en medio del fuerte aguacero y la lúgubre noche serrana. Nuestra accidentada llegada fue igualmente en pleno diluvio, instalándonos en seguida en un modesto pero cómodo hotel, que por su ubicación nos servía además como mirador de la hermosa ciudad.
Previamente a esta parte del viaje, visité la estación ferroviaria de Chilca, donde averigüé el itinerario del ferrocarril Huancayo-Huancavelica, ya que dentro de los planes de nuestro recorrido estaba el de regresar a bordo de uno de los vagones del legendario Tren Macho, y experimentar así una de las formas más hermosas de viajar.
Huancavelica, la tierra del mercurio, fue fundada el año 1571 con el nombre de Villa Rica de Oropesa… es una pequeña ciudad cuyas casas en su mayoría tienen techos de tejas, En el barrio San Cristóbal está la bella escalinata que conduce a las piscinas y baños de aguas termales que ningún turista deja de visitarlo, cuenta además con iglesias coloniales que guardan en su interior valiosas joyas de arte religioso. Uno de los hermosos templos que visitamos celebraba la acostumbrada misa dominical, siendo mi hija, invitada a llevar una de las ofrendas al sacerdote que oficiaba esa ceremonia, privilegio que estoy seguro, no olvidaremos.
El mal tiempo y las lluvias apuraron nuestro retorno, lamentablemente para nosotros el esperado viaje en tren se vio frustrado por la serie de huaycos que obstruyeron esta vía en varios tramos, cancelando su servicio hasta nuevo aviso. Será en otra oportunidad nos dijimos, y emprendimos el retorno a Huancayo, esta vez para variar, en automóvil, donde apreciamos a lo largo de la ruta capillas e iglesias, demostrando la inmensa fe de sus pobladores. en la capital de Junin abordamos un bus hasta la calurosa y estresante Lima, donde atónitos vimos en la tele, la furiosa crecida de los ríos dejando a su paso una serie de daños y damnificados causados por la furia del agua, y precisamente donde estuvimos un día antes.

lunes, 7 de febrero de 2011

LOS COLORES DE LA CANDELARIA

Como todos los años en el mes de febrero, el sur del Perú, especialmente la zona altiplànica se viste de mil colores y relucen en ese cielo azul los atuendos maravillosos que visten los miles de danzantes que participan en homenaje a la Virgen de la Candelaria.
Puno la capital folclórica del Perú y America, recibe a miles de visitantes nacionales y extranjeros que soportan el frío y la lluvia con el fin de apreciar las diversas expresiones culturales y coreográficas.


sábado, 29 de mayo de 2010

DÍAS DE FE
Una vez mas regresaba a Huallanca, Tierra Hermosa, Rica y Generosa, así reza un desgastado anuncio que da la bienvenida a los viajeros, ubicado a la entrada del poblado; con este viaje calculo que debo estar regresando a Huallanca mas o menos unas 200 veces desde aquella tarde con aguacero de 1974 en que salí de este mi querido terruño por primera vez, aunque hubo una oportunidad que a la edad de 8 años hice un viaje relámpago como polizonte a la ciudad de Lima, en el camión que mi padre solía transportar reses a los mataderos de la capital, si, como polizonte , pues mi viejo me descubrió ya en pleno viaje cuando subió a verificar el estado de las reses, y yo me encontraba acurrucado y cubierto con una gruesa manta en la “canastilla” de aquel camión. caballero nomas soporté la correspondiente llamada de atención por tan osado acto.
Retomando lo anterior; mi regreso a Huallanca era esta vez para pasar la Semana Santa, El clima no se mostraba estable, pues llegamos acompañado de una torrencial lluvia, poco mas tarde ya el sol nos mostraba su dorados rayos con todo su esplendor.
La Iglesia Matriz y la de Carmen Alto mostraban como nunca sus puertas abiertas todo el día, es Jueves Santo, día en que los fieles acuden a la iglesia para venerar al Cristo crucificado, orar y tal vez dejar en sus rezos alguna petición para que se solucione algún problema personal.
Son aproximadamente a las nueve de la noche, y baja desde el Nevado Chaupijanca y otras montañas heladas de la Cordillera Huallanca una fuerte ventisca que golpea los rostros de la gente que casi insensibles al frío nocturno, esperan en las inmediaciones de la plaza que el señor crucificado aparezca desde el interior de la Iglesia sobre los hombros de voluntariosos huallanquinos, que ataviados con sobrios ternos, conducen el enorme anda con movimientos parcos, casi ensayados. Rompe el silencio de la noche el unísono golpeteo del bombo y platillo seguido de los demás instrumentos de la Banda de músicos que acompañará en todo su recorrido por las dos principales calles de la localidad.
La multitud acompaña todo el recorrido de la procesión, unos con cánticos, otros llevando en sus manos grandes cirios y muchos con modestas velas. Para demostrar de esa manera su fe y devoción por nuestro señor-
Al día siguiente, Viernes Santo el interior de la Iglesia se muestra cubierta por un inmenso telón negro. Expresando así el luto por la muerte de Jesús. En la tarde los fieles colman la iglesia dispuestos a escuchar las siete palabras y el sermón de las tres horas este último una costumbre iniciada en el Perú allá en el año de 1660, por el sacerdote jesuita Francisco del castillo.
Este día, me transporta a mi niñez cuando de la mano de Mamá Rosa, mi abuelita materna me dirigía a esta iglesia a presenciar el desenclavamiento de Cristo. Un ritual muy esperado, en el que todos acudían en ese entonces al templo, con vestimenta de luto es decir, los hombres con terno oscuro y las damas con vestido negro y el rostro cubierto con un tul del mismo color, nosotros los niños, estábamos prohibidos aquel día, de jugar, hablar fuerte o gritar , menos de proferir una palabrota. Seguíamos estas “reglas” a rajatabla, bueno, tiempos aquellos.
Al igual que la noche anterior, el gentío, espera ansioso soportando estoicamente el frígido clima serrano la salida del Cristo yacente. Preceden la salidas del anda: el mayordomo o encargado de la procesión que porta el estandarte con la imagen del salvador, flanqueado de dos personas que llevan cada una de ellas, grandes cirios, que finalizada la procesión, seguramente no habrán terminado de gastarse.
El mayordomo para esta noche, tuvo que ofrecerse como tal, con varios años de anticipación, pues, es tanta la demanda de los fieles para encargarse de la procesión del Cristo yacente cada viernes Santo.
Tras el anda en el que se encuentra Jesucristo dentro de un ataúd de cristal, se desplaza el anda de la imagen de la Virgen dolorosa con un vestido negro adornado con hilos de oro, esta imagen es esperada en esta oportunidad con mucha expectativa, hace casi un año esta misma imagen fue víctima de un accidental incendio, afectándola en gran medida, en esta Semana Santa reaparece en las calles luego de haber sido recuperada gracias al trabajo de expertos restauradores.
La multitud, tal como ocurre en todas las procesiones se desplazan lentamente por las frías calles huallanquinas, descansando en cada esquina, donde el sacerdote y los fieles rezan y entonan cánticos religiosos, hasta terminar el recorrido nuevamente en la iglesia Matriz, cuando los relojes marcan ya mas de la medianoche. Pese a la hora y al frio, hay quienes se animan ir a la casa del Mayordomo para participar del tradicional “Pasaremos” en donde se servirán tal vez una típica comida o un caliente y aromático café acompañado de ricos panecillos preparados especialmente para la ocasión, particularmente yo, decido irme a descansar.
Ya el domingo en la madrugada, se escucha el repicar de la campana de la iglesia, que llama a los fieles a participar a la procesión de la Resurrección. Es inevitable pese al frío extremo de la madrugada, no asistir a la iglesia para escuchar la misa que precederá a la procesión, donde el Señor resucitado al salir en su pequeña anda cargada por damas huallanquinas, se encontrará en la plaza de armas con su madre, la Virgen Dolorosa, ese encuentro es muy esperado por los fieles, pues interpretan la alegría de la Virgen María al ver a su hijo cambiándose el manto negro que llevaba en señal de duelo, por uno de color blanco igualmente adornado con hilos de oro y pedrería fina. Luego el Cristo resucitado, la Virgen, y la multitud emprenden una vez más por las calles de Huallanca la lenta procesión que terminará cuando las estrellas en el cielo ya no se noten, y empiece a aclarar un nuevo día.

martes, 9 de febrero de 2010

Un pequeño paraiso

Aprovechando el descanso vacacional de Tamya, mi pequeña hija; una vez mas salí de la bulliciosa Lima para dirigirme a la placida y tranquila Huallanca. Esta pequeña pero pintoresca población queda en las estribaciones de la Cordillera del mismo nombre, y está ubicada en un valle flanqueado por dos ríos de mediano caudal y que a su vez estos son afluentes del Marañón. Huallanca también se encuentra protegido por tres cerros : El Sagrapetaca donde se encuentran vestigios o ruinas pre-incas, el San Cristóbal que alberga en su accidentada cima, la cruz que cada mes de mayo es motivo de festejos, y por último el cerro Cachipata, que con su verdor marca la diferencia. Esto es Huallanca y por cierto los invito a visitar.

Nuestro primer día en el lugar es de sorpresa, ya que esperábamos los acostumbrados aguaceros que en esta época del año suelen caer, en lugar de eso, esta mi tierra nos recibía con un radiante sol y unas frías y hasta heladas mañanas, como si nos encontráramos en pleno mes de julio; Claro, es el clima que en estos últimos años está considerablemente alterado.

La habitación que mi madre me asigna cada vez que la visito, tiene una vista privilegiada, diría yo que “con vista al paraíso” si, y no exagero, ya que esta se encuentra en el segundo piso, cuya ventana va a dar al patio o mejor dicho a un bosquecillo de arboles nativos como el quenoal, el quisuar, el alizo, y ademàs pinos y capulíes, también en este espacio crecen unos rosales de distintos colores y mas de una veintena de diversas flores que le dan el toque de color , en un rincón y casi escondido se encuentra una palmera y un cactus como protegiéndose del frio, si, una palmera, es que este pequeño lugar en el patio de mi casa parece gozar las bondades de un micro-clima.

En Lima, muchas veces recurro al reloj despertador, en este lugar quienes me despiertan son las avecillas que trinan cerca a mi ventana, si, en los arboles y arbustos que se encuentran formando un mini bosque en el patio. Al salir ya percibo ese olor a tierra húmeda, a flores y a menta, pienso: que divina es la naturaleza; y todo este cuadro lo completa un cielo azul, cielo serrano, cielo huallanquino.

Un poco mas tarde, el sol baña con sus rayos el bosquecillo; las muy laboriosas abejas se posan de flor en flor acumulando y llevando la materia prima para la preciada miel, en otro lugar del jardín y sobre una rama de capulí veo a un colibrí como descansando para lanzarse a revolotear sobre alguna flor y beber su néctar, este pequeño pájaro parece verme y entonces me demuestra la habilidad de mantenerse en el aire batiendo sus pequeñas alas a una velocidad impresionante de 100 aleteos por segundo aproximadamente. La verdad un excelente espectáculo y que lo puedo presenciar en “zona vip”.

Todo esto, hace que desempaque de mi mochila mi inseparable cámara fotográfica y me disponga a comenzar como “aprendiz de birdwatcher”, si pues, así logro capturar en mi lente cuando este se encuentra posado sobre un quenoal, sobre un capulí y sobre todo cuando está extrayendo el néctar de una hermosa flor en pleno vuelo.

Cerca al colibrí, y embelesado o admirando tal vez sus piruetas o su colorido y tornasolado plumaje, estaba sobre una rama de pino un modesto gorrión, lo puse en la mira de mi cámara y “click”.

Desde la copa del árbol de capulí salió un bullicioso y gutural chillido, era un pícaro zorzal, que daba cuenta de las semillas y frutas de este árbol, levanté la cabeza, preparé mi cámara y ya tenía dentro del cuadro a este escandaloso pájaro de plumaje marrón, pico y patas de color amarillo intenso, logré capturarlo cuando ya se había dado cuenta de mi presencia y se alistaba a levantar vuelo.

Al día siguiente, junto con los primeros rayos del sol llegaron una bandada de alegres y bulliciosos jilgueros, inmediatamente se situaron en un gran rosal, entonces, me acerqué cuidadosamente y me camuflé en la vegetación, esperé paciente y sigilosamente a que estas avecillas mostraran su mejor ángulo para mi cámara, y creo que la espera valió la pena, el resultado fue lograr un acercamiento casi perfecto para encuadrarlo en mi lente.

A unos metros mas allá de los límites de la zona de vegetación, estaba como ensimismado en su afán de escarbar y recoger semillas o algo que le sirva de alimento, un casi desconocido y nada fotogénico pequeño pajarillo de color gris oscuro. Ignoraba quizá por el hambre, los gritos de unos niños que se encontraban jugando a la pelota a pocos metros de él, entonces, fue fácil para mí tener su imagen en mi cámara fotográfica.

Emocionantes fueron estos cortos dos días, que me enseñaron una vez más a querer a estas hermosas criaturas que la naturaleza lo alberga. Y la tristeza de solo pensar que muchas especies se encuentran en peligro de extinción.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Sierra Y Selva Central

El frio ya se deja sentir, y la respiración se hace cada vez mas difícil, el bus va ascendiendo y acercándose al abra de Ticlio, punto mas alto de la carretera central, poco mas abajo , en La Oroya, el camino se dispersa, a: Cerro de Pasco, Huancayo Huánuco y la selva central , esta vez habíamos elegido este último, y nos dirigimos a Tarma(3,100msnm), conocida también como “La Perla de los Andes” famosa por su clima benigno; Pero sin lugar a dudas, aparte de su hermosa catedral, uno de sus principales atractivos se encuentra en el distrito de Palcamayo, ”Capital de las hortalizas”: la Gruta de Huagapo, esta cueva de mas de 2,000 metros de profundidad es la mas profunda de Sudamérica. Para ingresar a esta cueva, en el lugar encontramos guías disponibles que nos facilitaron el ingreso, sobre todo en mi caso fue necesario por estar conmigo mi hija de cuatro años, y aún así pudimos ingresar a mas de trescientos metros de profundidad, en muchos tramos usando cuerdas para bajar y subir en medio de la mas completa oscuridad, alumbrándonos precariamente con nuestras linternas de mano que previamente nuestro amable guía nos había proporcionado, ya que no habíamos previsto este detalle. Nos cuenta el guía que una expedición polaca. Ingresó hace algunos años a más de 2,000 metros de profundidad, utilizando trajes de buceo para poder superar tramos estrechos, ocupados totalmente por este rio. Este comentario me alienta a regresar mas adelante con el equipo necesario a esta gruta, y así descender algunos cientos de metros más.
La fe y la devoción no podían estar ajenos en esta parte del Perù, A solo 10 kilómetros de Tarma y muy cerca al distrito de Acobamba, se encuentra el santuario del señor de Muruhuay, lugar de peregrinación de miles de fieles. Yo, no podía ser la excepción, y ahí me dirigí, me llamó la atención que cerca de medio centenar de vehículos entre automóviles, combis, camiones,etc, se encontraban ordenadamente estacionados y adornados con flores y sedas, no lejos de ahí una orquesta típica amenizaba el mediodía sabatino con sus mejores ritmos. Al preguntar sobre esta escena a una vendedora de velas, esta me dijo que estaban a la espera que el párroco del santuario los bautice y bendiga. Todo esto era un ritual con fiesta incluida.
Continúanos nuestra ruta, carretera abajo, y al cruzar el túnel de la Virgen, la naturaleza nos sorprende dejando atrás un paisaje serrano y abrirse ante nuestros ojos, le tupida vegetación de nuestra selva central, ya estamos en la provincia de Chanchamayo, cuya capital: La Merced, Llamada también capital cafetalera del Perú, es una pequeña, pero linda ciudad enclavada en la ceja de nuestra selva central. Este fértil valle fue descubierta en el año de 1635 por un misionero Franciscano, y fundada posteriormente.
A pocos minutos de la Merced podemos apreciar el puente colgante Kimiri, una belleza arquitectónica de la zona, que se tiende sobre el rio Chanchamayo.
Uno de sus principales atractivos naturales de esta zona son sus hermosas cataratas, y fuimos a conocer dos de ellas a decir de los lugareños, las más bonitas. La catarata de Bayoz y El velo de la novia. Ambas van a dar a unas pozas de aguas cristalinas que en complicidad con el clima invitan a darse un inevitable chapuzón.
Esta región también es territorio de los nativos Ashaninkas, y no podíamos dejar de visitar la comunidad de Pampa Michi, una aldea Ashaninka , donde aun conservan sus costumbres y tradiciones; ahí, nos invitaron a compartir un momento con ellos.
Luego de observar la hermosa vista de la confluencia de los ríos Chanchamayo y Paucartambo, que forman el rio Perenè, nos dirigimos carretera abajo hasta el poblado de Pichanaqui, que cuenta con un enorme movimiento comercial. Y famosa también por sus hermosas playas a las orillas del rio Perenè. Ya, en el ocaso del día y con un espectacular marco de un atardecer selvático, nos aventuramos a dar un rápido pero divertido paseo en bote que estuvo lleno de adrenalina.
Retornamos de la sierra y selva central, con la promesa de volver pronto, con el fin de conocer mas de esta zona , que tiene muchos atractivos que ofrecer a los visitantes.

Esto es solo una parte de nuestro querido Perú.. Y esta muy cerca de Lima.

jueves, 13 de agosto de 2009

LA FIESTA DEL SOL

Desde ya hace algunos años, se viene realizando en Huànuco-pampa, antiguo asentamiento Yarowilca, y que posterioremente fue conquistado por los Incas, tal como lo demuestran sus dos tipos de arquitectura en sus edificaciones ; la escenificación de la FIESTA DEL SOL, una versión propia de lo que es el INTI RAYMI en el Cuzco.
El 27 de julio último, de acuerdo a lo pro
gramado y anunciado en diversos medios de comunicación, se dieron cita en la amplia meseta de Huànuco-viejo, miles de espectadores y curiosos, entre ellos, yo; que pagando una entrada de cinco soles teníamos derecho a ver la puesta en escena de tan promocionada: FIESTA DEL SOL, el espectáculo organizado por la Municipalidad provincial de Dos de Mayo contó con la participación de un renombrado artista nacional y secundado por centenares de lugareños que fungían de actores secundarios.
El lugar elegido para el mencionado espectáculo, se encontraba cerca del “ushnu”, monumento principal de la ciudadela. La totalidad de esp
ectadores nos encontrábamos algunos sentados y otros de pie, ensayando alguna forma cómoda de visualizar y no perderse tal vez ningún detalle de la obra.
Antes y después del ingreso del Inca y toda su parafernalia, se presentaron grupos de danzantes que evocaban lo que en aquella época probablemente se realizaba en fiestas de este tipo rindiendo
homenaje y agradecimiento al sol.
El sol ese día, también fue protagonista de su fiesta, pues nos mostró todo su esplendor por algunas horas, acompañado de un fuerte viento que es normal en esta zona, por encontrarse en una meseta.
Luego de casi una hora del inicio de la escenificación, debo decir que ya me pareció tedioso el asunto, sumado a esto la incomodidad del lugar y el inicio de los vientos por lo tanto del frio, opté junto con mis amigos dar por terminada nuestra curiosidad por la FIESTA DEL SOL. Salimos satisfechos
, por conocer un poco mas de la historia y cultura de nuestro Perú.
La otra parte festiva y popular de esto se encontraba saliendo del complejo arqueológico, ahí donde se ubicaban numerosas carpas multicolores que ofrecían en cada una de ellas productos gastronómicos ya sean típicos o foráneos. Una banda de músicos amenizaba tan colorido ambiente. Los comensales muchos de ellos en avanzado estado de embriaguez danzaban al son de las notas de esta banda. Se podían ver gente de todos los lugares, familias enteras con niños que se paseaban quizá por primera vez en caballo, algunos d
e aspecto extranjero con mochilas a la espalda, que no cesaban de tomar fotografías, y vendedores de todo artilugio comercial que se pueda imaginar y se veía también gente correr para alcanzar un asiento en los carros que ofrecían llevarlos de regreso a La Unión.
Todo esto lo vivimos en la FIESTA DEL SOL. Ojalá el próximo año sea usted quien se anime a visitar esta zona del Perú, que está a solo cuarenta minutos de Huallanca: Tierra rica,hermosa y generosa.