viernes, 19 de junio de 2009

RESTOS ARQUEOLÓGICOS ...CERCA A HUALLANCA

Uno de los cerros que circunda Huallanca formando esta ciudad en un valle es el llamado SAGRAPETACA voz quechua que quiere decir “baúl viejo o deteriorado”. Este se ubica justamente detrás de la plaza de armas, el barrio “La Toma” y casi en sus faldas se encuentra la antigua escuela de mujeres y el cementerio general.

Este cerro vigía, alberga más de un centenar de vestigios arqueológicos entre: viviendas, rediles, puestos de observación, etc., de lo que alguna vez fue una ciudadela pre-inca o de algún grupo humano que se dedicaban a la crianza, caza y/o recolección.

Debo confesar con vergüenza, que hasta la fecha nunca había ido a ese lugar, y considerando la cercanía que este se encuentra., pero como muchos dirían: nunca es tarde.

Aproveché mi viaje a Huallanca, y, convenimos con mis amigos Manuel y Abel, visitar ese lugar.
Y ahí fuimos!!!!!… partimos de la plaza de armas, y a los quince minutos de jadeante ascenso por un estrecho camino llegamos a una pequeña planicie, especie de mirador natural, donde pudimos tener una excelente vista panorámica de la Ciudad y alrededores, en este lugar dicho sea de paso , se construirá muy pronto el primer mirador de Huallanca; buena elección, debo añadir. Ya que este será un valioso aporte para el desarrollo turístico.

Continuamos el ascenso, y cinco minutos mas arriba luego de atravesar con algo de dificultad un agujero natural entre rocas, avistamos las primeras construcciones de piedra unidas con barro, el terreno es algo inclinado. Pensamos que eso era todo, claro que nos equivocamos, ya que mas adelante y en un terreno llano se dejan ver decenas de construcciones circulares de lo
que pudieron haber sido viviendas, y corrales para encerrar sus animales., estas construcciones se encuentran por doquier en este lugar, unas mejor conservadas que otras, pero cada una sin duda, con su propia historia.

Vimos también algo que nos llamó la atención, a lo que Manuel lo denominó: “la horca”, se trata de una enorme piedra puntiaguda que sobresale en forma vertical en un desnivel del terreno, tomando la forma de un patíbulo, bueno eso imaginamos nosotros., tal vez en esa época tenía otro uso.

En un lugar estratégicamente ubicado se encuentra tambièn una construcción circular. Que sobresale de las otras, Abel lo bautizó como el “mirador pre-inca”, ya que desde este lugar se observa los valles del rio Ishpag, del rio Torres, y del Vizcarra incluyendo por supuesto el valle principal donde
actualmente se encuentra la ciudad.
Cerca a este punto, observamos también dos graneros o algo parecido que se encuentran debajo de la superficie, estos, son unas pozas hechas también para variar, con piedras talladas y acertadamente unidas y con un pequeño abertura como entrada. Igualmente vemos que algunas construcciones tienen una o dos especie de hornacinas, que desconocemos su uso.

El sol ya se escondía tras el Sagrapetaca, el viento sacudía los pajonales que crecen cubriendo las construcciones, y el frio ya se dejaba sentir, era la señal para iniciar el descenso y culminar esa visita que personalmente me gratificó por encontrarse tan cerca y casi a tiro de piedra de la ciudad, un lugar con tanta cantidad de restos arqueológicos. Ojalá que no seamos nosotros los últimos visitantes a ese lugar. Y que esta crónica sirva para que muchos mas se animen subir al SAGRAPETACA, cerro vigía que esconde sorpresas en sus faldas, no se arrepentirán, se los
aseguro.

Debo resaltar también, en honor a la verdad que este sitio se encuentra prácticamente en estado de descuido y abandono, por lo que es necesario que las autoridades pongan algo de interés, a fin de poner en valor este sitio potencialmente turístico. Que bien vale el pequeño esfuerzo para conocerlo.